martes, 20 de mayo de 2008

¿Donde esta la casa de mi amigo? Abbas Kiarostami


Hace unos pocos días que vi esta película la cual me sorprendió por su enorme sencillez y por su modo de transmitir emociones.
Abbas Kiarostami director de cine iraní narra con este film, la historia de un niño Ahmed que acude a la escuela del pueblo de Koker, al norte de Irán.
Kiarostami nos muestra la escuela de Ahmed, donde también acude su compañero Mohamed. Este no ha hecho los ejercicios en el cuaderno y el profesor le amenaza con la expulsión si vuelve a repetir la misma falta. Esa misma tarde, Ahmed, toma por equivocación el cuaderno de Mohamed y cuando decide ir a buscar la casa de su amigo para devolvérselo, se pierde en la noche.
Con esta sencilla proposición que hace Kiarostami, da inicio la trama argumental, donde poco a poco el espectador puede ir viendo como la narración va adquiriendo un gran valor emotivo. Tanto Ahmed y el espectador, saben que de no entregar el cuaderno a tiempo, su amigo, será duramente castigado por el maestro.
Kiarostami, muestra como Ahmed deberá superar una y mil veces la incomprensión de los adultos que encuentra a su paso. Unos adultos que no le prestan la más mínima atención, pero que sí se acuerdan de pedirle que sea responsable y maduro. Aunque Ahmed se encuentra con todo tipo de obstáculos, no se dará por vencido en la conquista de su objetivo. Aún cuando todas las situaciones sean adversas y parezca imposible que pueda llegar a encontrar la casa de su amigo.
No es un film, donde aparezcan grandes recursos técnicos sino que se está más bien ante un film expresivo, donde el espectador se cansa junto Ahmed en el curso de la búsqueda de la casa de su amigo, se enoja ante la ausencia de comprensión por parte de los adultos que viven en su propio mundo sin tener en cuenta la visión de los más pequeños y percibe un homenaje a la amistad.
Kiarostami, con este film transmite una gran historia. Y es que no es nada fácil explicar de un modo tan sencillo una película en un mundo donde siempre todo es comprendido desde la lógica del «MAS», más recursos técnicos, más innovación, más rapidez, más precisión, más y más y siempre más…

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