viernes, 29 de febrero de 2008

Y con la tecnología llegaron nuevas formas de comunicación.....


Sin duda la tecnología ha cambiado nuestro modo de vivir. Podemos decir, que gracias a ella tenemos una vida mucho más cómoda pero a su vez esta comodidad nos ha propiciado nuevas necesidades como también nuevas maneras de comunicarnos. Y es sobre esa nueva forma de comunicarnos que me ha gustado pararme a pensar y a escribir unas cuantas líneas. Las primeras de este blog. Empiezo con ello.

¿Quién en los últimos meses, semanas o días no ha sido atendido por un contestador automático cuando llama a un organismo público, empresas, tiendas….? Si quiere hablar con recepción pulse 1, con ventas pulse 2, o bien una tercera opción que te dice: por favor exponga el motivo de su llamada con voz clara y pausada. Si uno consigue salir más o menos vivo de la experiencia, se puede considerar un gran afortunado puesto que los contestadores tienen esa habilidad por no comprender el motivo de nuestra llamada. Cada vez, lo más habitual es no encontrar a nadie al otro lado del hilo telefónico.

Sigo con algunos ejemplos más; ¿Quién no ha sido felicitado en Navidades por todo el equipo de renos de Santa Claus que cantan y bailan a ritmo de distintas melodías navideñas? Pocas son ya, las personas que envían felicitaciones navideñas por correo postal por no decir que ya están totalmente en desuso. ¿Quién no ha avisado mediante messenger o correo electrónico al compañero/a de oficina que uno tiene justo al lado, para decirle que le esperas en el bar de enfrente para ir a comer? ¿O quién no ha recibido por mail una de esas múltiples versiones de cadenas que amablemente nos invitan a seguir reenviándolas para no tener siete mil años de mala suerte? Antes la gente enviaba las típicas cadenas por correo postal "Envíe esta carta a cinco personas. José Pérez no las envió y a la semana murió aplastado por un camión. Nilda Gutiérrez las envió y a los dos días ganó la lotería". Para aquellos/as que se consideran supersticiosos esta nueva forma de comunicarse les resulta ¡un gran ahorro! Se ahorran no tener que pegar la típica peseta que estas cartas solían contener, se ahorran la molestia de ponerlas en un sobre, se ahorran dinero en sellos, se ahorran su tiempo en escribir las direcciones y por último y por si fuera poco para ellos se ahorran la supuesta mala suerte! Lo único que no se ahorran es el SPAM que van generando cuando reenvían este tipo de e-mails….

Estos son algunos de los muchos ejemplos de nuevas formas de comunicación existentes que me han venido a la mente durante este escrito, pero a su vez y ya para terminar esta primera entrada, considero que tenemos una gran variedad de dispositivos tecnológicos que nos permiten comunicarnos a la vez que incomunicarnos puesto que no todo el mundo esta al alcance de ellos y porque sin duda no dan prioridad aquello que se dice (las palabras) sino cuando se dicen (la rapidez).